viernes, 29 de enero de 2010

La casa de los abuelos

La casa de mis abuelos, la recuerdo como mi lugar de juego. Un lugar que jamás estaba cerrado, un lugar donde no era necesario de abrir la puerta para ir a jugar, porque estaba abierta incluso en el horario de sus siestas.

Allí estaba mi escuelita, donde mis alumnos eran osos y muñecas. Allí conocí, entre otras cosas, la máquina de coser, el baúl de la abuela con miles de retazos, las revistas de moldes y tejidos imposibles de entender.

Allí, fui profesora - bailarina - mamá - modista - cocinera - cantante - secretaria.

Allí, hoy trabajo y es el lugar que me permite, además de llevar mis sueños y proyectos a la realidad, seguir jugando de grande.

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